23 agosto 2009

Sermón: “Dios quiere hacernos familia”

Dr. Juan G. Feliciano-Valera, Pastor Iglesia Metodista de Puerto Rico "Obispo Corson"
Textos: Salmo 130; 2 Samuel 18:5-9, 15, 31-32; Efesios 4:25-5:2; S. Juan 6:35, 41-51

Sal. 130:1 De lo profundo, Jehová, a ti clamo. 2 Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica. 3 Jehová, si miras los pecados, ¿quién, Señor, podrá mantenerse? 4 Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado. 5 Esperé yo en Jehová; esperó mi alma, en su palabra he esperado. 6 Mi alma espera en Jehová más que los centinelas la mañana, más que los vigilantes la mañana. 7 Espere Israel en Jehová, porque en Jehová hay misericordia y abundante redención con él. 8 Él redimirá a Israel de todos sus pecados.

2 Samuel 18:5-9, 15, 31-32: 5 El rey dio a Joab, a Abisai y a Itai esta orden: "Tratad benignamente, por amor a mí, al joven Absalón". Y todo el pueblo oyó cuando dio el rey orden acerca de Absalón a todos los capitanes. 6 Salió, pues, el pueblo al campo, contra Israel. La batalla se libró en el bosque de Efraín. 7 Allí cayó el pueblo de Israel ante los siervos de David, y aquel día se hizo allí una gran matanza de veinte mil hombres. 8 La batalla se extendió por todo el territorio, y aquel día el bosque causó más muertes que la espada. 9 Iba Absalón en un mulo y se encontró con los siervos de David. El mulo entró por debajo de las ramas espesas de una gran encina, y se le enredó la cabeza en la encina a Absalón, que quedó suspendido entre el cielo y la tierra; pero el mulo en que iba siguió adelante.2 Sam. 18:15 Luego diez jóvenes escuderos de Joab rodearon a Absalón, lo hirieron y acabaron de matarlo. 2 Sam. 18:31 Llegó luego el etíope, y dijo: “Traigo buenas noticias para mi señor, el rey: hoy Jehová ha librado tu causa de manos de todos los que se habían levantado contra ti.” 32 El rey preguntó entonces al etíope: “¿El joven Absalón está bien?” El etíope respondió: “Que a los enemigos de mi señor les vaya como a aquel joven, y a todos los que se levanten contra ti para mal.”2 Sam. 18:33 Entonces el rey se turbó, subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloró. Mientras iba subiendo, decía: "¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!"

Efesios 4:25-5:2 4:25 Por eso, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 El que robaba, no robe más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia. 32 Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.5:1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Juan 6:35, 41-51: 6:35 Jesús les respondió: “Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.”6:41 Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: "Yo soy el pan que descendió del cielo", 42 y decían: “Este, ¿no es Jesús el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo dice ahora: "Del cielo he descendido"?”43 Jesús respondió y les dijo: “No murmuréis entre vosotros.”44 “Nadie puede venir a mí, si el Padre, que me envió, no lo atrae; y yo lo resucitaré en el día final.45 Escrito está en los Profetas: "Y todos serán enseñados por Dios". Así que, todo aquel que oye al Padre y aprende de él, viene a mí.46 No que alguien haya visto al Padre; solo aquel que viene de Dios, ese ha visto al Padre.47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí tiene vida eterna.48 Yo soy el pan de vida.49 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y aun así murieron.50 Este es el pan que desciende del cielo para que no muera quien coma de él.51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

INTRODUCCIÓN. Anécdota del Ángel de los Niños.

Cuenta una antigua leyenda que un niño que estaba por nacer, le dijo a Dios:
“Me dicen que me vas a enviar a la Tierra; pero ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?”
A lo que Dios contestó: “Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te está esperando, él te cuidará.”
“Pero dime Señor, aquí en el cielo, no hago más que cantar y sonreír, eso me basta para ser feliz.”
Dios le contestó: “Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.”
Y “¿Cómo entender que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los seres humanos?”
“Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.”
Y “¿Qué haré cuando quiera hablar contigo?”
Tu ángel te juntará las manitos y te enseñará a orar.
He oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?
Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.
Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
Tu ángel te hablará de Mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque Yo siempre estaré a tu lado.
En esos instantes, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso, repetía suavemente: “DIOS mío, ya me voy, dime su nombre ¿Cómo se llama mi ángel? Su nombre no importa, tú le dirás MAMÁ.”

¿Podrá la Iglesia ser una madre así? ¿Podrá la Iglesia ser un ángel así?

¡Que la Iglesia sea una madre y un ángel así! ¿Alguien dice Amén?

Tengo buenas noticias: Estamos viviendo mal nuestras vidas: llenas de angustia, desesperación, ansiedad, depresión, mentiras; vidas egoístas, impuras, llenas de vicios, enojos. No hay que hacer mucho esfuerzo, basta con leer los periódicos, ver los noticiarios, escuchar la radio y veremos un mundo en descomposición. Un mundo que se desperdicia alrededor nuestro. Un mundo convulsionado por las guerras, los terremotos, los suicidios, el alcoholismo, la droga, la corrupción, el terrorismo, la guerra, el conflicto.

PERO (¡Aquí está la Buena Noticia!), DIOS desea que aprendamos a vivir una vida completamente diferente a la que estamos acostumbrados a vivir por nuestra crianza, nuestra cultura y nuestras experiencias humanas.

DIOS nos invita a renunciar a nuestra antigua manera de vivir y a despojarnos de lo que éramos antes de venir a CRISTO. (Efesios 4:32 “Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.5:1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”) DIOS nos invita a renovarnos espiritualmente, tomando una nueva naturaleza espiritual, creada a la Imagen y Semejanza del Hijo de DIOS, que está (¡Esto es lo grande!) disponible para cada uno de nosotros(as). Dios quiere que seamos UNA FAMILIA que se lleva, que se trata bien. ¿Amén? ¡Amén!

DIOS desea ver en nosotros(as) un cambio radical. DIOS desea que seamos buenos y compasivos los unos con los otros, y que nos perdonemos mutuamente, como DIOS nos perdonó a nosotros en CRISTO. (“Ah, Pastor, pero es que usted no sabe lo que me hizo fulanito o fulanita. Yo no puedo perdonarlo; es muy terrible: no me saludó, no me miró, no me atendió como yo me merecía, me ofendió, a mi me dijeron que ella dijo que yo...”) Hermanos y hermanas, yo si sé, porque a mi también me han tratado así y yo he tratado así a otros; pero ¿Saben qué?, que así como DIOS me perdonó a mi, así yo TENGO que perdonar a los demás. Yo soy el demás de los demás. Si yo digo que he comido del Pan de Vida que descendió del Cielo y que soy una nueva criatura, un creyente y discípulo de Jesucristo, entonces TENGO que procurar cambiar mi manera de tratar a los demás, para tratarlos como me trata DIOS a mi.

David no deseaba la muerte de su hijo Absalón. Escuchen bien: ¡NO lo deseaba!, aunque Absalón se había alzado contra él. De hecho, ordenó que lo trataran con especial consideración en medio de la guerra (2 Sam. 18:5: “El rey {David} dio a Joab, a
Abisai y a Itai esta orden: "Tratad benignamente, por amor a mí, al joven Absalón".)

Amados(as): este hijo de David había matado a su otro hermano (Amnón) que violó a la hija de David, su hermana, Tamar (2 Sam. 13.) Dice la Escritura que después de violarla (supuestamente porque la amaba tanto), la aborreció. De este incidente sale la frase “Proprium humani ingenii est odisse quem laeseris”, i.e., “Es la naturaleza humana odiar al que uno ha herido.” O en inglés: “It is the property of human nature to hate one whom you have injured.”)

Pero el amor de DIOS, por cada uno y una de sus hijos(as), es idéntico, es incondicional. Así amaba David a sus hijos(as).
Hermanos(as): La Biblia nos narra muchas historias que demuestran que no basta con “ser” del pueblo de DIOS, hay que hacer lo que DIOS manda. ¡No basta con decirlo, hay que hacerlo! No basta con desearlo, hay que hacerlo. No basta con querer amar, hay que amar. No basta con querer perdonar, hay que perdonar. No basta con querer decir la verdad, hay que decirla. No basta con querer respetar, hay que respetar. No basta con querer tener misericordia, hay que tener misericordia. No basta con querer mostrar compasión a los demás, hay que tener compasión con los demás. No podemos jugar con DIOS: ¿O somos o no somos? No hay más opciones. No podemos seguir, aunque nos parezca “correcto,” haciendo lo que nos viene en gana, con la excusa de que así lo hicieron mis padres o así me enseñaron mis mayores, o “así soy yo.” ¡No! No podemos ampararnos en los programas de TV, en los mensajes de la Radio, en los charlatanes que se inventan cada estupidez para engañarnos y apartarnos del Camino, que es CRISTO, Jesús, Señor Nuestro. Nuestra mirada, nuestro ser, todo, es de Jesús, el CRISTO de la Gloria. Con EL, hacia EL, para EL, porque SOLO EL es nuestra razón de vivir. ¿Amén?

La palabra de DIOS, a través del Hermano Pablo nos insta a vivir una vida nueva en CRISTO. Una vida diferente, distinta, un “nacer de nuevo” como decía Jesús. Un Nuevo Nacimiento. Un nacer “de arriba.” Es una invitación radical. ¡Tan fácil que es seguir hablando malas palabras, diciendo mentiras, aplazando el perdón, involucrados en vicios y tramando el mal y el pecado! ¡Parece más fácil hacer esto que hacer el Bien, la Misericordia y el Perdón!

PERO, tengo noticias para ustedes: Jesús es el Pan Vivo, que ha bajado del cielo para darnos vida nueva. Es decir, DIOS se encargó de enviarnos “LO MEJOR” desde el Cielo para que pudiésemos cambiar nuestra vieja manera de ser, actuar, pensar, sentir, decir, sonreír, hacer, etc. ¡DIOS nos envió lo mejor: CRISTO! Amados: porque ¡Sin Cristo, NADA podemos hacer! De hecho, es DIOS mismo el que pone en nosotros así el querer como el hacer su buena voluntad.

¿Qué responderemos nosotros? ¿Cómo responderemos?

PODEMOS RESPONDER ASÍ....

1. Estamos muy cómodos como estamos y no queremos cambiar. Así nos ha resultado bien. ¿Para qué cambiar si hasta aquí he crecido así? En el mundo uno aprende que hay que desquitarse, matar al enemigo, buscar salir victorioso a cualquier precio. Hemos aprendido que el listo es el que se queda con el botín, con la trastada.
O QUIZÁS PODAMOS RESPONDER de otra manera...
2. Orando por nuestros enemigos, perdonando a los que nos ofenden, procurando el bien de los que nos desean mal, obrando piedad, misericordia, bondad, amor a favor de los que no lo merecen.
3. Quizás podamos desearle bien a los que nos maldicen.
4. Quizás podamos pedir trato especial y preferencial para el que menos se lo merece entre nosotros.
5. Quizás podamos esforzarnos por aprender a convivir o coexistir con la persona que más odio, que más detesto, que peor me cae, aun dentro de la misma Iglesia. Quizás, quizás, quizás.
6. Quizás nos convendría regresar al Salmo 130 y releerlo.
7. Quizás podríamos responder como David: (2 Sam. 18:33: “Abasalon, hijo mío, ojalá yo hubiera muerto en tu lugar.”
8. Quizás nuestra respuesta deba buscarse en La Palabra inspirada por DIOS que es útil para la enseñanza, mejor que lo que hemos aprendido en “la calle”, en el cafetín, en las películas, en las novelas, en la TV, en la Radio, aun en los mensajes y las iglesias de la fe tóxica, que matan el alma.
9. Quizás debemos seguir los consejos del Apóstol San Pablo.
10. Quizás debemos ser imitadores de CRISTO para poder ser un perfume, un olor agradable para Nuestro Padre Celestial. Pues, a fin de cuentas, ¿Qué lograremos con ganarnos todo el favor del mundo y no agradar a DIOS? Los políticos desean el favor del mundo para treparse y lograr sus agendas y su orgullo, pero ¿Nosotros, qué es en realidad lo que nos interesa? ¿Y si perdemos nuestra alma por estar buscando los aplausos del mundo?

¡Cuidado, no crean que estoy hablando de la gente de afuera, estoy hablando de nosotros! La gente en “el mundo” tiene sus valores y sus relaciones, pero nosotros, los llamados hijos e hijas de DIOS, los llamados “Discípulos Cristianos”, no podemos darnos el lujo de estar siguiendo cuanta doctrina aparezca por ahí como si no tuviésemos la Biblia, La Palabra de DIOS para aprender a hacer Su Voluntad. No nos conformemos con los criterios, las leyes, los valores, los vicios de este mundo, busquemos cambiar, transformar, nuestra manera de pensar, actuar, decir, sonreír, atender, sentir, mirar, cantar, adorar, alabar, trabajar, para que conozcamos lo que le agrada a DIOS. Lo que le agrada a DIOS es que hagamos Su Voluntad; la que es Buena, Agradable y Perfecta.

LLAMADO

Les invito a examinarnos, a mirarnos por dentro y pensar: ¿Qué áreas de mi vida no le pertenecen todavía a CRISTO? ¿Qué áreas de mi vida no le he entregado a DIOS todavía? Quizás, quizás, quizás... si descubrimos estas áreas y las confesamos a DIOS, directa y privadamente, entonces comenzaremos a sanar y a crecer y a madurar; para que cuando venga el día difícil, el día malo, estemos preparados para lo que venga. Quizás entonces podremos comenzar a decir por ahí que somos una Iglesia, una familia, una comunidad de fe en JESUCRISTO.

Son Buenas Noticias: somos hijos e hijas de DIOS por medio del sacrificio de JESUCRISTO y DIOS anda buscando maneras de bendecirnos. ¿Quieres probarlo?

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